Nació en 1846 y falleció en 1915. Se licenció en arquitectura en Madrid en 1871 y ocupó el cargo de arquitecto municipal en Avilés. Destacan entre sus obras la Escuela de Artes y Oficios de la ciudad y de algunas de las tumbas más celebres del cementerio de La Carriona. Igualmente destacable es su participación en la conclusión de la actual sede del instituto Jovellanos en Gijón. Es también el autor del texto Guía del Contratista de obras y servicios públicos, y de una reconocida obra acerca de Albañilería.
En un gran gesto de generosidad Bausá participó en la construcción benéfica de viviendas para obreros.
Colaboró con Manuel del Busto como arquitecto del propio cementerio de La Carriona, mejorando y manteniendo la tumbas que fueron obra suya.
En torno a 1898 proyecta un grupo de galerías subterráneas con una organización similar pero ligeras variantes compuestas por una cripta subterránea para enterramiento, que está cubierta por una placa rectangular de mármol. La cripta está rematada con un pedestal o templete. Los cuerpos que cubren la cripta están realizados en piedra y presentan pilastras adosadas, alternadas con vidrieras o lienzos de piedra.
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